Cueva Marcos - Valdevimbre, León

Albano López

Antigua bodega convertida en restaurante, las mesas separadas por compartimentos que transmite más comodidad e intimidad. Todos los platos estaban exquisitos, pero el pastel de setas y queso azul al igual que las gambas al ajillo eran una delicia.
Sin duda merece la pena desplazarse de Leon hasta allí para probarlo.
Una pena no poder poner una valoración completa de 5 estrellas, pero nuestro servicio dejo que desear, nos abrió el vino sin traer las copas, se lo tuvimos que decir tras 10 minutos de espera, se pidió una ración de tigres que nunca llegaron, preguntamos por ella antes de los postres y no se había apuntado por parte del camarero, nos quedamos sin probarlos, por último, terminamos pidiendo el resto de cosas a otra camarera que había.
Insisto que el restaurante es impresionante y esto fue solo nuestra experiencia, no era el día de ese camarero pero aún así muy recomendable.

Beatriz Rubio

Un sitio increíble. La comida, el sitio, el precio... No puedo ponerle ningun defecto, y ademán buenas cantidades.

Por fuera no es un sitio que llame mucho la atención pero dentro es precioso.
Lo mejor de lo mejor: Las croquetas de cecina... únicas.

Lo unico malo que al ser salas independientes tardaban un poco en cogernos nota y servirnos.

DRP Eva

Llamamos para ver si nos podían dar de comer a las 14.55h y efectivamente nos ofrecieron una mesa muy rápido. A las 15h llegamos y en unos 5 minutos estábamos sentados. A las 15.15h nos tomaron la comanda tanto de bebida como de la comida. Las instalaciones chulísimas y con sitio para la sillita de bebé que llevamos. Ambiente bullicioso que con el eco de las estancias se multiplica (si vais con bebés, olvidaros de que puedan echar la siesta mientras coméis).
Comimos cecina gran reserva, croquetas de cecina, un criollo, secreto ibérico y costillas en salsa de miel y eneldo. La comida estaba muy buena pero los tiempos de espera fueron excesivos.
La cecina nos la trajeron rápido (aprox 15.20-15.25). Pero desde ahí hasta que llegó el resto de la comida esperamos más de 45 minutos. No puedes servir platos con 3/4 de hora de separación....
Estábamos ya a punto de salir a reclamar por el tiempo cuando llegó el camarero con el resto de la comanda, toda de una vez. Ciertamente se disculpó con nosotros por el retraso y se le veía que no había parado de correr en toda la jornada (se le agradece la disculpa), pero creemos que deben de disponer de más personal para que él servicio sea más ágil.
En definitiva cuando salimos del restaurante habían pasado exactamente 2h para almorzar y se nos hizo demasiado tiempo.
Tuvimos que revisar la cuenta (comimos dos personas por 76€), puesto que hubo además un pequeño error que se subsanó en el momento.
La atención fue amable y se esforzaron en atendernos bien pero tienen que mejorar los tiempos.
Aún no tengo claro si volvería de nuevo...

María del Carmen “María”

Croquetas con un pelin de sabor a rancias y grasientas. el chuletón exquisito, me pareció una carne buenísima y la haces tú a él punto que quieras, los postres muy ricos también, el servicio un camarero maravilloso pero no daba a basto y la otra compañera ceñida a sus mesas sin ayudarlo. En general muy bien pero no se puede tener una persona para todo porque no da. La cueva es muy bonita nos encantó.

irene aguilar

FATAL, NO VAYÁIS, INCOMPETENTES, NO TIENEN OTRO NOMBRE

Teníamos una reserva a las 15.30 para 6 personas, llegamos antes de tiempo con la intención de tomar algo en la barra pero la camarera nos dijo que no nos ponía nada... ( había gente tomando así que eso ya nos pareció un poco mal), llega la hora, le preguntamos a un chico por nuestra mesa, dice que va a ver y ya no aparece... volvemos a preguntar al rato a otra chica y parecido... al final nos sientan, nos toman nota y una hora después nos traen el agua... nos hemos ido a las 17.00 sin comer ya hasta las narices de esperar. Ni lo recomiendo ni volveremos.

Raúl García Lozano

Uno de esos rincones maravillosos que sólo se descubren cuando nos atrevemos a callejear por la segunda línea de las localidades, esa que los habitantes del lugar tanto dominan... Y que al turista frecuentemente se le escapan.
Local maravilloso, espacios privados con mucho encanto, atención exquisita, carta generosa, fogones experimentados y sabor, mucho sabor a tradición, brasas y materia prima de calidad.
Las mollejas y tortillas guisadas son de calidad premium, el entrecot (de ganadería propia) soberbio y las costillas con miel, mostaza y eneldo, dignas de un concurso de cocina internacional.
En postres, la tarta de chocolate y castañas tiene que ser probada, al menos una vez en la vida.
Mención aparte las generosas y deliciosas pizzas. Ni se les ocurra pedir una por persona... Es una locura.
Para poner la guinda al pastel, la cuenta: 11 comensales, 150€ (a menos de quince euros por persona). La comida que disfrutamos no bajaría de 300€ en ningún restaurante urbanita.
Hacia mucho que no encontraba un restaurante tan redondo en toda su evaluación. Si vienen a Valdebimbre, les recomiendo de corazón conocerlo y saborear su oferta gastronómica.
Volveré sin dudarlo ?

ana belen gonzalez alfonso

Especialidad en carnes,sitio espectacular y acogedor,dispone de saloncitos muy bonitos de diferentes capacidades,la atención estupenda!! Un sitio diferente Y especial!!

Álvaro Lagüera

Fuimos a comer reservando en el mismo día, nos pusieron en una mesa para dos metida en un “hueco”. La verdad que daba privacidad y buen ambiente. La comida estaba de 10. Repetiría sin duda.