Restaurante El Regajo - Béjar, Salamanca

El Restaurante El Regajo es un establecimiento popular en Béjar, Salamanca, España, ubicado en Camino Rodeos del Castañar, 2. Este lugar es fácilmente accesible y ofrece una experiencia gastronómica agradable y relajada.

Este restaurante es conocido por su amplia variedad de opciones de menú, que incluyen platos saludables, desayunos, desayuno-almuerzo, almuerzo, cena, postres y una gran selección de bebidas. Los comensales pueden disfrutar de cócteles deliciosos, café, cerveza, vino y bebidas fuertes en un ambiente informal y agradable. El restaurante también ofrece opciones sin alcohol y una variedad de aperitivos para satisfacer los antojos de todos los clientes.

Una de las características más destacadas del Restaurante El Regajo es su chimenea, que brinda un ambiente cálido y acogedor durante los meses más fríos del año. Además, el restaurante cuenta con asientos al aire libre, lo que lo hace ideal para disfrutar de una comida o bebida en días soleados.

El restaurante es accesible para personas con discapacidad y cuenta con sanitarios, estacionamiento y estacionamiento gratuito en la calle. También es un lugar ideal para ir con niños, ya que ofrece menús para niños y sillas altas.

Si estás buscando un lugar para organizar una reunión con un grupo grande, el Restaurante El Regajo es una excelente opción. El restaurante acepta reservaciones y tarjetas de crédito, y cuenta con un espacio con asientos cómodos y una atmósfera informal.

Las opiniones de los clientes sobre el Restaurante El Regajo son en su mayoría positivas, con una calificación media de 4.3/5 según Google My Business. Los comensales han elogiado la comida, el servicio y el ambiente del restaurante.

Opiniones de Restaurante El Regajo

CARMEN RODRÍGUEZ GARCÍA

5/5

Entrar por la puerta y que te sonrían por verte….. eso es sentirse como en casa.
Como siempre trato excelente. Gracias a Susana y David ? sois de 10+.
Las tapas incluidas en cada consumición y a gusto del cliente. Vistas espectaculares, y una puesta de sol de ensueño.
Volveré en cada visita a BEJAR, recomiendo 100%.

Francisco Javier Sánchez Maíllo

4/5

Entorno precioso buen servicio y mejores tapas.

Lola M

2/5

No sé si fue el único mal día de este restaurante, pero la experiencia fue realmente incómoda, por no decir desagradable. Un viernes víspera de largo puente festivo, sin apenas clientes a la hora de comer, nos colocaron en el salón con vistas y el camarero encargado del servicio decidió que no merecía la pena estar atento por si necesitábamos algo, por lo que la mayor parte del tiempo no nos hizo ni caso, ni siquiera para traernos la carta nada más sentarnos.
Tras la larga espera, tuvimos problemas con el primer plato: los pimientos del zarangollo: estaban tan ácidos que no había forma de comérselos. Tuvimos que levantarnos para ir a buscar a alguien y decírselo, porque el camarero había desaparecido otra vez. Se llevó el plato y por ünica explicación que le dieron en cocina nos contó que “debía de ser el vinagre, porque el bote de pimientos estaba recién abierto”.
Y así todo. Las dos estrellas se las doy por lo abundante de las raciones y la excelente situación del sitio, pero como ese sea el trato que dan normalmente, una pena. ¡Ah! Y los aseos, sin señalizar, en un sótano horroroso y pidiendo a gritos una reforma de lo viejos y dejados que están.
No vuelvo ni regalado, que tampoco es barato, por cierto

Isaac Herrera

2/5

no hay cerveza 0,0 y es una bar de carretera, de las cosas k pedí de carta no había, lo que si había era un gato por ahí en medio, si quiero comer con animales me voy de senderismo... y la presentación del plato.... no vale los precios k tienen

Olga Mañalich Jaramillo

3/5

Fuimos desde lejos porque según Google estaba abierto. Al llegar, cerrado y no cogían el teléfono. Hay que actualizar los horarios de cierre en Google. El sitio tiene buena pinta y bonitas vistas, eso sí.

Viajarporcastilla. com

5/5

Como siempre un trato magnífico, calidad en sus platos .

Dolores Martin

2/5

No sé si fue el único mal día de este restaurante, pero la experiencia fue realmente incómoda, por no decir desagradable. Un viernes víspera de largo puente festivo, sin apenas clientes a la hora de comer, no nos pusieron ninguna pega para elegir la mesa, que no el salón, o terraza, donde quisimos colocarnos. Con las vistas tan estupendas que tiene sobre la ciudad y los montes de alrededor el salón que tienen nada más entrar, no pusimos ningún problema. Solo había otra mesa ocupada, con 5 comensales, y los dos que éramos nosotros, pero el camarero encargado del servicio decidió que no merecía la pena estar atento por si necesitábamos algo y la mayor parte del tiempo no nos hizo ni caso, ni siquiera para traernos la carta nada más sentarnos.
Al elegir los platos, se le pregunta si el zarangollo lleva atün (normalmente no, pero cada cocinero hace en su cocina lo que quiere) y afirma que no lo tiene, pero cuando aparece con el plato este contiene una montaña de migas de atún en todo el centro. Se fue tan deprisa que ni tiempo nos dio a reclamarle la equivocación, con lo cual aparté las migas y nos pusimos a comer los pimientos. Nuevo error: estaban tan ácidos que no había forma de comérselos. Tuvimos que levantarnos para ir a buscar a alguien y decírselo, porque el camarero había desaparecido otra vez. Se llevó el plato y por única explicación que le dieron en cocina nos contó que “debía de ser el vinagre, porque el bote de pimientos estaba recién abierto”.
Por no alargarlo más, las dos estrellas se las doy por lo abundante de las raciones y la excelente situación del sitio, pero como ese sea el traro que dan normalmente, una pena. ¡Ah! Y los aseos, sin señalizar, en un sótano horroroso y pidiendo a gritos una reforma de lo viejos y dejados que están.
No vuelvo ni regalado, que tampoco es barato, por cierto

Pilar Vicente

4/5

Un buen sitio para comer,cenar,tomar un aperitivo y disfrutar del entorno,unas puestas de sol espectaculares. Muy bien atendido y una calidad/precio muy recomendable